Rescatando a Bogart
(Fotograma de Casablanca) Ahora que estamos hartos de angustia por una crisis que no cesa, me acuerdo del incomparable Bogart, quizá porque todos somos un poco héroes del momento que nos toca vivir. Ingrid le dijo que pensara por los dos y él, ni corto ni perezoso, vendió su bar, un lucrativo negocio, dejó pasar al amor de su vida, abandonó al pianista que le puso la banda sonora, y mató a un nazi que pretendía interponerse en su camino. Después, se perdió entre la bruma de un aeropuerto, camino a ni se sabe dónde, con alguien que bien pudiera ser el comienzo de una buena amistad. Pues a mi me gustaría rescatar a Bogart de la bruma para preguntarle si eso se aprende en un curso del Sef (Servicio de Empleo y Formación) o hay que nacer con ello.