lunes, 30 de diciembre de 2013

Por todo lo alto



Este año he decidido poner por todo lo alto a los asistentes a la comida Miralles, así que, vía photoshop, los he subido a la cúpula del Santuario de la Fuensanta. Brindamos por los que estábamos, por los que no pudieron asistir, y por los que ya no están, y lo hicimos en el centro vasco, porque en la familia Miralles hemos hecho una conjunción murciano-vasca que, como se ve, ha dado mucho de sí.

Se nos ve felices y es porque lo estamos. Deseamos a todos un feliz y próspero 2014 (como mínimo).

 

domingo, 6 de octubre de 2013

Día de las aves, día de Wilbi


En el día de las aves quiero rendirle un merecido homenaje a mi amigo Wilbi, bueno, inteligente, simpático, alegre, y excelente canta-autor. Es un placer tenerlo al lado.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Aproximación a 'Festina lente' (apresúrate lentamente)



Si yo tuviera que interpretar esta frase con sentido práctico diría: corre o ve despacio, te va a da igual, todos partimos del mismo lugar y llegamos al mismo punto, con mayor o menor celeridad.

 

Pero, tratándose de una frase atribuida al emperador Augusto, obliga a profundizar, ya en su momento se explicó como “caminad lentamente si queréis llegar pronto a conseguir un trabajo bien hecho”. Esto es otra cosa, y se me plantea la duda ¿Por qué no lo expresó así, si era exactamente lo que quería decir?

 

El caso es que me encontraba plantada frente a la obra de arte que lleva el título citado, representa la línea de la vida, tal vez su fugacidad, por eso se ve borrosa.

 

Quizá un poco contagiada por esa fugacidad, le digo a mi amiga: pasa por delante con rapidez, y hete aquí que hemos dejado la impronta humana, la vida misma frente a su línea.

 

Lo bueno del arte es que te da qué pensar, y mucho más si es arte contemporáneo, porque el cerebro quiere dejar bien encajado algo que, en principio, no entiende demasiado, pero que le resulta visualmente atractivo. Y entonces… sucede lo que siempre se ha dicho sobre la obra de arte, que la completa el espectador (con mayor o menor acierto).

miércoles, 7 de agosto de 2013

La Ribera (Murcia)


Esta es una historia que se desarrolla durante los años setenta y ochenta en una pequeña población pesquera, Santiago de la Ribera (Murcia). Las playas estaban abarrotadas, igual que ahora, pero las cosas eran distintas.

Por ejemplo, los toldos. Bajo licencia municipal, cada uno ponía los palos, que se quedaban durante todo el verano, mientras que la lona la quitaban y ponían cada día. Eran instalaciones privadas para dar sombra a familiares y amigos. (Más de una vez debieron caer sobre la cabeza de alguien, porque hay una frase popular según la cual, cuando algo sale mal, se suele decir: "se me cayeron encima los palos del sombraje").

 
Las distracciones eran sencillas. No había más que poner un jamón al final de un palo embadurnado con grasa, y se lo quedaba el que fuera capaz de llegar a él. Obviamente,  los resbalones eran abundantes y esto suponía una gran diversión para todos.
 
 
 
La línea del horizonte era igualmente sencilla, bellas casas de una planta, entre las que pronto fueron prosperando altos edificios, pero no demasiados.
 
 
 
La relajación era total en todos los sentidos, incluidas las normas. Cuando brotaba un cartel que prohibía aparcar, se solía pensar: ¡anda, mira que gracia, quién habrá puesto ahí eso! Por otro lado, los coches eran geniales, carecían de capacidad para rebasar el límite de velocidad establecido, así que, por este lado, tampoco había estrés.
 
 
Una de las fiestas más originales del pueblo consistía y consiste en pasear por el mar la imagen de la Virgen del Carmen durante su festividad, el 16 de julio, acompañada de numerosas embarcaciones.
Como se realiza temprano, quizá lo que más se agradecía es que para esta fiesta no se producía ningún tumulto.
 
 
Entre las diversiones sencillas, había una diminuta feria con las atracciones justas, y añadiría que sin los peligros que entrañan las estructuras modernas.
 
 
 
Y mira, termino el relato con algo que parece que no tiene mucho que ver con esta pequeña población pesquera. Se trata de una muestra lunar. Viene al caso porque el ser humano puso el pie en la luna un 16 de julio de 1969, y quienes veraneábamos en La Ribera por aquel entonces, vimos el acontecimiento, cómo no, en un televisor desde aquel apacible lugar. No es poco.
 




miércoles, 13 de febrero de 2013

Fisuras de la globalización


Fisuras de la globalización es una magnífica exposición en su forma y contenido. El contenido es una crítica a los terribles efectos que está ocasionando el ser humano, a expensas de ese término acuñado no hace muchos años, y que pretende justificar que destruyamos todo.

 

 

En la forma, sus esculturas en madera y piedra, muchas de ellas en gran tamaño, como la tortuga o el cráneo de elefante, tienen la gran belleza de nuestro mundo, concentrada en unas pocas salas del Museo Arqueológico de Murcia.

 

 

El viaje, que es la vida. Nuestras contradicciones, el universo, del que esperamos una respuesta que, en realidad, debemos buscar en nosotros mismos. Los animales a los que hemos puesto en peligro de extinción, tratando de ignorar que también depende de ellos nuestra propia supervivencia. La triste herencia ecológica que estamos dejando y los pasos que no conducen a ninguna parte; estructuran el pensamiento que ha plasmado en espléndidas formas Manuel Menárguez.

 

 

La exposición, que comenzó en noviembre de 2012, permanecerá abierta en el Museo Arqueológico de Murcia hasta el 7 de abril próximo. Es un deleite para la vista y una buena ocasión para pensar, aunque está comprobado que, tras las reflexiones, no hacemos nada pero ¿quién sabe? Quizá algún día, en algún momento…

                   Así somos                   Amigas que íbamos juntas al colegio desde los 6 años y que ahora, medio siglo después, la vid...